FIC SASUSAKU: SECRETOS, DUDAS, CONFESIONES Y AMOR... EN JAPÓN ( Ficha+ Cap 1º + Cap 2º)

Título: Secretos, confesiones, duda y amor... en Japón.
Autor: Diana Uchiha (Di, para los amigos)
Género: Romance, drama, misterio.
Clasificación:+12
Advertencias:Lemmon, muerte de personajes (todos o casi todos los que mueren en el manga mueren también aquí).
Resumen:Sasuke y Sakura estaban saliendo de pequeños, pero Sasuke se marchó, alegando que su vida profesional (el karate) es mucho más importante que ella... Pero ahora después de 3 años de ausencia vuelve a Tokio (convertido en el campeón nacional de karate de Japón durante 2 años seguidos) y pretende recuperar a Sakura... pero esto es solo una de las cosas por las que ha vuelto. ¿Cuál será el secreto que tan celosamente oculta? ¿Será capaz Sakura de soportalo?... Leedlo y lo sabréis xD
Publicaciones: En Mundo Sasusaku. Dirección de mi fic:http://mundosasusaku.foros.ws/post.php?p=199019#199019


Capítulo 1.
Era una muy cálida mañana de julio, 20 de julio, para ser más exactos. El sol lo achicharraba todo con sus llameantes rayos dorados. Era una de esas mañanas en las que te gustaría no existir, una de esas mañanas en las que, o pasabas todo el día en la piscina o te tirabas todo el día todo el día bebiendo refrescos delante de la puerta abierta del frigorífico (en caso de que no tuvieras un aire acondicionado debajo del que ponerte). Todo estaba cerrado, en parte porque era domingo, en parte porque era imposible e inadmisible trabajar con aquel calor. Y sin embargo aun había un lugar abierto, la academia de karate más prestigiosa de toda la ciudad: Konoha Karate Academy. Bien, y cualquiera diría “¿Y a qué tonto se le ocurriría ir a entrenar en un día como este?”. Pero como todo el mundo sabemos sin tontos en este mundo tampoco había listos. Es decir, que por mucho  que queramos evitarlo todo tenemos algo de tontos en nuestro interior. Solo había tres personas en aquella academia, además de la directora. Y Sakura no era tonta, en realidad podría  decirse que era la muchacha más inteligente de todo Tokio, pero le gustaba el deporte. Le hacía sentir bien y más en estas fechas cercanas a lo que se podría llamar la fecha X, para que todo el mundo la entienda, lo voy a traducir: el 23 de julio.
(Inner Diana: ¡¡¡¡Waaaaaaaaaaa, viva Sasuke!!!!!!!).
(Yo: Calla, inner que estoy narrando una historia, estúpida).
Antes para Sakura aquella fecha había sido uno de los días más felices y divertidos de su vida desde los 12 hasta los 14 años. Ahora, desde los 14 hasta los 17, Sakura odiaba aquella fecha con toda su alma. Y, la verdad, es que acudía a entrenarse solo para poder desahogar con golpes toda su rabia, frustración, odio e ira. Y dejemos claro que Sakura no era agresiva nunca… bueno, excepto ese día que se volvía, bueno, se volvía otra Sakura distinta. La chica vestida con un traje blanco sujeto con un cinturón negro golpeaba con los pies descalzos, con las manos desnudas al pobre chico contra el que luchaba, al que por poco se libraba a veces de salir muy, muy mal parado. Los cabellos, cortos por los hombros, rosas de Sakura estaban sujetos únicamente por una cinta rosa que se anudaba en la nuca. Fue entonces, cuando la joven soltaba un grito de rabia y disparaba una patada al estómago de su “enemigo”, cuando se abrió la puerta de la academia y  golpeaba la campanilla que colgaba del techo, que soltó un suave repiqueteo. Sakura se giró y al ver al joven que acababa de entrar, golpeó tan fuerte a su adversario que lo mandó, literalmente, volando por los aires.

Era un muchacho alto y delgado, de facciones finas y piel clara y suave. Tenía los cabellos de un color negro-azulado, con los mechones de delante de las orejas lisos y largos hasta la barbilla, mientras que la parte de atrás era rebelde y puntiaguda. Y sus ojos, no, por desgracia no se podía ver, pues permanecían ocultos tras las oscuras gafas de sol que llevaba. Vestía de negro de pies a cabeza. Llevaba una ajustada camiseta de tirantes, vaqueros estrechos y deportivas de marca. Tenía las en los bolsillos del pantalón y en su cuello se podía ver el colgante de un abanico de colores blancos y rojos, que estaba también en la parte trasera de la camiseta del chico. Del hombro del desconocido colgaba una bolsa de deportes, como no, negra también y con bordes marinos. Sakura parpadeó, incrédula ante aquella súbita aparición. El joven sonrió maliciosamente al ver la reacción de la chica ante su presencia. Pero el momento de estupor de Sakura pasó y su rostro pasó de una máscara de incredulidad a una fría de ojos color jade que brillaban con siniestra furia. Se acercó con pasos lentos y premeditados la chico, que la observaba al borde del tatami tras las gafas, sin decir nada. Sakura paró cuando se encontraba a pocos pasos de él.
-¿Qué has venido a hacer aquí, Sasuke Uchiha? –preguntó intentando no parecer muy enfadada.
Sasuke sonrió y se quitó las gafas, apoyándolas sobre la cabeza, dejando ver unos fríos pero hermosos ojos negros como el ala de cuervo. Sakura apoyó las manos en las caderas para no intentar abofetearlo.
-¿Qué me dirías si te dijera que he venido a verte? –contentó Sasuke con una media sonrisa.
-Te abofetearía directamente –respondió ella sin inmutarse.-. ¿Ahora me vas a decir lo que has venido a hacer aquí?
Sasuke dejó caer la bolsa al suelo. Se encogió de hombros.
-He venido a pasar unos días de vacaciones con mi hermano.
Sakura sonrió con ironía.
-Dudo que hayas venido a pasar las vacaciones con Itachi viendo lo que os lleváis.
-Bueno, entonces la respuesta sería que he venido a verte.
Fue visto y no visto, Sakura lo abofeteó con tal fuerza que le hizo retroceder unos pasos.
-Te lo advertí, Uchiha –dijo Sakura, ceñuda, con la mano aún en alto, preparada por si acaso.

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